
¡Ponte cómoda y coge tu aceite íntimo de CBD! Hoy le toca atención y cuidados a esa parte de tu cuerpo que por tanto tiempo ha sido borrada de la historia y de los libros en los que estudiabas entre risas en el instituto. El placer también es una parte importantísima del bienestar ¡No te pierdas este masaje de vulva!
Tabla de contenidos
Primero llamemos a las cosas por su nombre.
La vulva es el conjunto de los genitales: los labios vaginales, el clítoris, la abertura vaginal y el orificio uretral. Esto es lo que masajearemos externamente junto al monte de venus, que es la piel que se encuentra encima de la vulva llena de pelito (a poder ser, recuerda que depilarse demasiado abre la puerta a las infecciones).
Internamente tenemos muchas más partes: la vagina, el cuello uterino, el útero, los ovarios…
Hoy vamos a centrarnos en la parte externa y un poco en la interna.
Masaje de vulva
Antes de empezar con el masaje de vulva, comienza relajándote: pon música tranquila, enciende una vela, haz unas cuantas respiraciones, y sostén en tu mente el único pensamiento de que vas a dedicarte en los próximos minutos (u horas) únicamente a tu placer, o al placer de la persona a la que vayas a darle el masaje.
Comenzamos de menos a más. Empezaremos por aquellas zonas menos sensibles hasta llegar a la más sensible de todas: el clítoris.
Empezamos despertando la sensibilidad
Primero masajea la zona de los aductores, despertando la sensibilidad y sensorialidad de la zona genital. Lo ideal es que dediques un tiempo a masajear todo tu cuerpo ya que cuanto más relajada estés más disfrutarás y más intenso será el placer o el orgasmo (si es que llegas a tenerlo, recuerda que nunca es el objetivo).
Recorrido con los pulgares
Cuando hayas masajeado bien la parte interna de los muslos comienza con los pulgares a hacer pequeñas presiones en círculo subiendo hacia la entrada vaginal. Haz cada movimiento varias veces leyendo el cuerpo de tu pareja o escuchado el tuyo propio en caso de hacértelo a ti misma.
Continúa recorriendo con los pulgares los labios menores y mayores, cuando llegues al clítoris, ¡quieta parada! Aún no es su momento: vuelve a bajar hacia la entrada vaginal.
Yendo más allá: la vagina
Las presiones alrededor de la entrada vaginal estimularán la lubricación aumentando tu excitación. Ahora es su momento. Introduce las dos primeras falanges de tus dedos en la vagina y haz movimientos circulares y de “ven aquí”. La vagina es la mitad de sensible que el clítoris así que aún estamos preparando al cuerpo para la explosión final. Cuando sientas que la persona está muy excitada puedes utilizar tu pulgar para empezar a presionar ligeramente el clítoris.
Déjate llevar
Ahora déjate llevar por lo que ese cuerpito esté pidiendo. Si tu clítoris es muy sensible puedes estimularlo primero de forma externa. ¿Cómo?
Muy sencillo: presiona los labios mayores justo donde se encuentra el clítoris con tus pulgares y haz movimientos circulares y hacia ti. Así lo estarás masajeando indirectamente.
Dedica todo el tiempo que te apetezca al clítoris ahora sí: déjate llevar.
Puedes acompañar todo el masaje con caricias en otras partes del cuerpo como el pecho, el cuello, o la espalda.
El lubricante o aceite íntimo de CBD te ayudará con la vasodilatación y la relajación muscular. ¿Estas preparada para disfrutar?
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