
Vivimos con una presión constante por ser productivas, lograr nuestras metas y encajar en todos los estándares que inconscientemente nos han impulsado a desear.
He visto listas de propósitos de 2022 en mis familiares y amigas que me han dado ansiedad de forma instantánea.
Está genial tener sueños, objetivos, y trazar metas en nuestra vida, pero el reto es hacerlo sin que esto suponga una fuente de frustración, estrés y presión.
Hablamos mucho de productividad, pero no hablamos tanto de eficiencia. Vamos a ver algunos tips para que puedas trabajar día a día en tus objetivos durante este nuevo año sin generarte ansiedad en el intento.
Tabla de contenidos
1. Exceso de futuro
Recuerda que en el equilibrio está la virtud. Es importante tener un plan de acción para lograr aquello que quieres en la vida, sea lo que sea, a nivel laboral, emocional, personal… pero siempre hay que dedicar, aunque sea diez minutos de las 24 horas que estamos latiendo a agradecer el momento presente. Párate nada más despertar o antes de dormir y dedica unos instantes a decirte que, aunque quieres que cambien situaciones externas o internas de tu momento presente, ahora mereces todo tu respeto, compasión y amor, porque ahora también eres quien quieres ser y la felicidad está más allá de lo que materialmente llegarás a conseguir.
2. Excelencia vs exigencia
Existe una confusión muy grande entre estos dos términos y pueden marcar un antes y un después a la hora de medir nuestros logros. Somos exigentes cuando queremos alcanzar la perfección, y cuando nos presionamos sin respetar, ya sea por falta de conocimiento o por ideas erróneas, nuestras propias capacidades. No se trata de alcanzar una idea de perfección idílica o basada en los logros de otras personas, si no encontrar la excelencia: la forma de hacer lo mejor posible lo que estamos haciendo siendo quienes somos con los conocimientos que ahora tenemos.
3. Ahora siempre das el 100%
Muchas veces nos sentimos culpables por pensar que no estamos dando nuestro máximo esfuerzo, y llegamos a esa conclusión porque miramos hacia el pasado y nos recordamos haciendo algo con más habilidad, más ganas, más paciencia, más lo que sea.
La clave es entender que esa manía que tiene el ser humano de mirar hacia el pasado y compararse con quién fue en ese momento no tiene en cuenta que las circunstancias externas e internas están en continuo cambio y obviamente también afectan a nuestra forma de trabajar o relacionarnos. Por eso, recuérdate que ahora siempre estás al 100%, desde lo que ahora eres y puedes aportar. Se trata de entender que “no tienes un día malo” por sentir dolor en tu cuerpo, o perder más que habitualmente la concentración, o encontrarte en un sentimiento que te paraliza.
Tienes un día más, en el que estás experimentando otras partes del enorme crisol que conforman las experiencias vitales del ser humano, y está perfecto. No somos robots, aunque a veces el sistema nos quiera tratar como tal, y cuanto más compasivos somos con nosotras mismas más compasivxs somos con nuestro entorno, haciendo que este también lo sea con nosotras.
4. Realismo desde la comprensión
No se trata de ser pesimista ni optimista a la hora de marcarnos objetivos, se trata de ser realista. Pero si por cualquier razón nos cuesta medir o estudiar nuestra situación para verla con objetividad y claridad, lo mejor es marcarnos objetivos más pequeños que agobiarnos con metas que nos frustren. Mejor marcarte correr diez minutos al día que treinta si vas a empezar con una rutina de ejercicio. Se paciente contigo misma.
5. Plegaria de la serenidad
Existe una sabia plegaria que dice así “concédeme serenidad para aceptar todo aquello que no puedo cambiar, valor para cambiar lo que soy capaz de cambiar y sabiduría para entender la diferencia” Muchas veces nos quita la paz mental y vital pretender generar cambios que están lejos de nuestro campo de acción. A veces cuesta más ver esto cuando se trata de cambios en nosotras mismas, pero debemos verlo de igual manera. Cuando estamos tratando con nuestra ansiedad, o nuestra depresión, o cualquier otra circunstancia mental tendemos a presionarnos porque al ser algo que ocurre dentro de nosotras pensamos “tengo el poder de cambiarlo, está en mí, ¿porqué no puedo con ello?” y entramos en una ansiedad mayor al sentirnos fuera del control de nosotras mismas. La realidad es que la mente humana es tremendamente compleja y hay lugares de ella que a veces no nos pertenecen y requieren de paciencia, valor, trabajo y sobre todo mucho amor, para ser conquistados.
Esperamos que estos tips te aporten calma a la hora de plantear tus objetivos en 2022 o enfrentar tus nuevos proyectos personales y laborales.